23 septiembre 2011

EL LIDERAZGO DEL CAMBIO

Ante un proceso de cambio, debe haber un líder que sea un gran estratega y un excelente comunicador e inspirador de todos aquellos aspectos que involucren a la organización y la orienten hacia el éxito.
En todo proceso de cambio es necesario realizar un diagnóstico previo de la organización, que permita apreciar su verdadera situación y definir tanto su misión real como las estrategias que deben orientarla, al mismo tiempo que facilite la identificación de las variables del entorno que puedan incidir positiva o negativamente, sobre sus principales áreas de gestión.

Dicho diagnóstico debe basarse en la formulación de algunas preguntas clave sobre la gestión de la organización, como por ejemplo:

• ¿Estamos haciendo las cosas bien, podemos hacerlo mejor?
• ¿Nuestra capacidad de respuesta es mejor que la de la competencia?
• ¿Verdaderamente estamos preparados para enfrentar y asumir los cambios del entorno?

Tras el diagnóstico, la persona que lidera el cambio debe lograr que las personas puedan hacer mejor el trabajo, con menor esfuerzo y mayor satisfacción.

El cambio sólo se logra con el compromiso del equipo gerencial y de toda la organización en su conjunto, siendo fundamental la reconversión del gerente, ya que si tiene bajo su cargo un equipo dispuesto al cambio pero no se siente comprometido con él, dicho cambio no se dará por efecto de una resistencia pasiva (aquélla en la cual se apoyan los cambios de palabra, pero no se participa de ellos).
Las organizaciones tradicionales, rígidas, requieren hoy en día una gerencia más participativa, más plana y con menos niveles jerárquicos, en donde se produzca un mayor acercamiento de todos los que la integran, con una participación mucho más activa de todo el equipo gerencial.
El desarrollo de nuevas tecnologías también es un factor de cambio que condiciona un nuevo perfil para el gerente, ya que sus principales características personales deben incluir una mayor capacidad de adaptación a nuevas circunstancias, una mentalidad internacional y excelentes condiciones de aprendizaje y comunicación.
Todo gerente que acometa procesos de gerencia del cambio debe saber que la comunicación ascendente es mucho más difícil y menos eficiente que la comunicación descendente, por lo que es necesario mejorar los canales internos de la organización, recordando que no puede existir verdadera comunicación en un solo sentido.
Si bien la habilidad para comprender y dirigir todos los procesos de la organización es vital para desarrollar un liderazgo efectivo, el gerente moderno no sólo debe dominar el aspecto técnico, logístico, estratégico y financiero en su conjunto, sino que debe darle una muy especial importancia a los recursos humanos de la empresa.
El  líder tiene que comunicarse de manera efectiva con sus empleados, al mismo tiempo que debe proyectar la imagen de la empresa, y evaluar objetivamente lo que necesita su personal para hacer aún más fácil la absorción por parte de éste de una identidad corporativa propia.

La gerencia del cambio consiste en la capacidad que debe tener la alta gerencia en manejar los cambios, ya que éstos implican costos, riesgos, ineficiencias temporales y cierta dosis de trauma y turbulencia en la organización.

Entre las habilidades principales que deben desarrollar los directivos de las empresas respecto al cambio, deben incluirse:

• Identificar los factores del entorno que más pueden afectar (u ofrecer oportunidades) para la empresa.
• Mantenerse informado constantemente de lo que suceda en ese entorno y prever tendencias y cambios que puedan producirse en el futuro.
• Mantener informados y alertados a sus principales colaboradores de las cosas que estén sucediendo en todo momento.
• Asumir una actitud flexible y creativa ante los cambios que deben producirse en el interior de su empresa, para adaptarla a las nuevas condiciones del entorno.
• Estimular la iniciativa de su gente para la búsqueda de nuevos enfoques y soluciones, asumiendo el riesgo de que puedan equivocarse (tanto el directivo como sus colaboradores).
• Propiciar y estimular la superación constante de su gente para que sean capaces de asumir nuevas tareas y enfoques en su trabajo.

Las organizaciones son personas y son éstas quienes cambian, quienes se comportan de determinadas maneras. Los líderes deben aprender a desarrollar una arquitectura social que anime a las personas  para que trabajen juntas con éxito y desplieguen su propia creatividad. El líder debe ser un generador de condiciones que aporte una visión del cambio, que dé ejemplo, que defina el campo de juego y que estimule emocional e intelectualmente a las personas de la organización. Todo ello tendrá una influencia directa en el comportamiento de esas personas.

La función principal del liderazgo consiste en provocar un cambio que resulte útil para la organización. Para ello debe:

• Establecer el cambio y marcar el rumbo:
- Retando a los directivos actuales.
- Construyendo redes externas.
- Visitando otras organizaciones.
- Comparando la organización con el entorno y las exigencias de los clientes.
• Conducir a las personas hacia ese nuevo rumbo:
- Teniendo una visión clara del estado futuro deseado.
- Generando y formulando esa visión con razón y con emoción
• Motivar e inspirar a las personas y superar los obstáculos:
- Estableciendo relaciones con las personas clave de la organización.
- Desplegando actividades de gestión de personas.

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